Mutismo selectivo infantil. ¿Qué es y cómo tratarlo?
Cuando en la escuela, una fiesta, centro comercial o
simplemente fuera de casa, tu niño deja de hablar puedes estar frente al inicio
de este tipo de trastorno, el mutismo selectivo infantil.
Así, te puedo decir que el mutismo selectivo es la
afección, por la que un niño que puede hablar normalmente, deja de hacerlo en ciertos lugares y muchas veces de forma súbita.
En cuanto al mutismo... ¿Cómo debes actuar si esto sucede?
El mutismo selectivo infantil es un trastorno que debe ser tratado, caso contrario puede empeorar, por lo que debe considerarse acudir a un profesional desde los primeros síntomas.
Entre los síntomas del mutismo, podemos destacar:
- La timidez, inseguridad o vergüenza.
- La ansiedad al estar con personas poco conocidas,
- Las dificultades para hablar en ciertos lugares,
- La no dificultad para si hablar en el hogar y con la familia más cercana.
Para poder considerar la existencia del mutismo selectivo
infantil, los síntomas deberán observarse por lo menos durante un mes,
propiciándole situaciones con el cambio de entorno. Aunque no debemos olvidar
la importancia de tener en cuenta que, cuando ya asista a la escuela, durante el
primer mes, cualquier niño puede mostrar timidez, inseguridad o algo de
ansiedad, lo cual puede definírselo como algo muy normal y no por ello hay que
confundir esta actitud con la presencia de mutismo.
¿Cómo puedes ayudar a tu hijo?
En el entorno familiar, puede contribuirse para mejorar sobre todo las relaciones sociales del niño, si consideras los siguientes aspectos:
Comunícate: habla con tu hijo y también escucha los que tiene que decirte, sin quitarle atención o criticar si debes hacerlo.
Desarrolla su autoestima: es muy importante que los niños adquieran más confianza en sí mismos. Para esto, se convierte en lo mejor, enseñarle a que asuma pequeñas responsabilidades tales como vestirse, lavarse las manos antes de comer, si ya puede que también coma solo, atarse los cordones de los zapatos, etc.
Alaba sus méritos: Al destacar sus puntos fuertes, le harás saber las cosas que hace bien. Súmale también que no debes olvidar, animarlo para mejorar cuando haga algo mal, es mejor calificarlo de que “si es inteligente y que si puede hacer bien las cosas”. Esto puede ligarse al desarrollo de su autoestima.
Favorécele las relaciones sociales: el juego con sus familiares que también sean niños, invitar a compañeros de la escuela a jugar en casa, compartir con los hijos de edades similares que tienen tus amigos, etc. se pueden convertir en actividades que le ayudarán a combatir este tipo de trastorno.
No lo etiquetes como tímido: esto no es recomendable hacerlo cuando no quiera realizar algo, pues puede acentuar la timidez.
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Psicóloga. Gloria Ramírez
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